miércoles, 18 de octubre de 2017

COMO DETECTAR MENTIRAS -Paul Ekman-


Lo primero que cabe destacar tras la lectura del trabajo de Ekman es lo poco capaces que somos de detectar mentiras . Según el investigador estadounidense la mayoría de personas no sabemos decir cuando alguien miente en una situación controlada . Este dato contrasta con la idea que tenemos algunos de nosotros de que seremos capaces de darnos cuenta cuando alguien nos miente . Ekman se interroga sobre el porqué de esta incapacidad humana y tomando un punto de vista evolutivo considera que en el pasado  las mentiras eran fácilmente descubiertas en las pequeñas comunidades humanas y duramente castigadas , y que por lo tanto la capacidad de detectar mentiras no era un rasgo que supusiese una ventaja evolutiva . Sin embargo el propio Ekman comprueba como la capacidad de detectar mentiras puede mejorar mucho con un poco de entrenamiento ; por lo que no se trataría de una incapacidad innata sino una limitación de las circunstancias sociales y culturales . El propio autor señala que las personas que proceden de ambientes de malos tratos tienen más destreza en descubrir mentiras , lo que significa que la confianza en el prójimo es una actitud social relevante que limitaría nuestra capacidad para descubrir mentiras . Dentro de las propias reflexiones del autor cabe pensar hasta que punto estamos acostumbrados a convivir con la mentira e inclusive esta se hace esencial en distintos tipos de ámbitos de las relaciones humanas .     

No todas las mentiras pueden considerarse reprobables y algunas son inclusive necesarias o recomendables . El libro , que comienza con una especie de justificación de la mentira , acaba interrogándose sobre lo incómodo que sería un mundo en el que nadie dijese mentiras . Mas allá , el autor se pregunta sobre el derecho del "cazador de mentiras" a entrometerse en la privacidad del mentiroso para descubrir "la verdad". Cuestión que me lleva a comparar con la situación psicoterapéutica en la cual el psicoterapéuta se enfrenta al dilema de exponer al paciente a su autoengaño o su negación . En este caso el psicoterapéuta tiene el visto bueno implícito para entrometerse "por el bien del paciente" y el propio Ekman no consideraría el autoengaño o la negación en la categoría de mentiras . Ekman destaca como una mentira cuanto más veces se dice más convincente se hace y como el tiempo juega en contra de la posibilidad de dilucidar lo ocurrido realmente en base a análisis de testimonios . Este planteamiento me lleva inevitablemente a cuestionarme el propio concepto verdad . Si en la perspectiva del autor no miente aquel que cree su propia mentira sino que simplemente estaría diciendo una falsedad , yo me pregunto cual es esa categoría llamada verdad y qué es lo que lo fundamenta , si los hechos ocurridos , los hechos que pudieron ocurrir , los hechos recordados o inclusive los imaginados . De un modo menos literario y más epistemológico - y no como estrategia o conveniencia- me pregunto si la verdad enunciada se constituye a partir del suceso "observable" o podría hacerlo a partir del contenido mental -cambiante-.    
   
Salvo en el caso de las autodelaciones , en las cuales el mentiroso deja escapar de una u otra manera -bien sea un gesto , una expresión facial , una palabra o un lapsus de lenguaje- aquello que quiere ocultar ,  los indicios conductuales de la mentira son simplemente indicios que deben ser interpretados . Las expresiones y las microexpresiones faciales , las alteraciones en la gestualidad , la voz o el discurso  , así como los signos de activación corporal -incluidos los detectados por el polígrafo- son señales de la presencia de emociones en algunos casos identificables que puedan estar en contradicción con lo que se dice pero que no son en sí mismas la prueba de una mentira . Ekman llama a la prudencia a las personas encargadas de juzgar la veracidad de los testimonios y resalta dos tipos de errores , el llamado error de Otelo consistente en interpretar el temor a no ser creído -cuando se dice la verdad- como  prueba de que se está mintiendo y el error de Brokaw consistente en considerar como indicio de mentira un rasgo anormal que sin embargo forma parte de la forma característica de expresarse de la persona . El autor en los casos en los que el entrevistador no pertenezca al mismo medio cultural que el entrevistado recomienda familiarizarse con la forma de expresión habitual del entrevistado . La falta de coordinación o congruencia entre gestos y discurso , las expresiones faciales que no utilizan todos los músculos que deberían estar implicados -sonrisa sólo de boca y no de ojos- , asimétricas o que aparecen y desaparecen de manera brusca son indicios de mentira . 

Aparte de los que se creen su propia mentira , hay dos categorías de personas que Ekman considera mucho más difíciles de detectar mediante los indicios conductuales que impliquen emociones reveladoras ; los psicópatas que estarían privados de algunas de esas respuestas emocionales y aquellos que utilicen la técnica de interpretación Stanislawski capaces de simular mediante evocación emociones autenticas que sean coherentes con el discurso .  Casi mas como una expresión de un deseo Paul Eckman espera que su libro sirva más a los cazadores de mentiras que a los mentirosos , considerando que la capacidad de detectar mentiras se puede entrenar pero que la capacidad para ser un buen mentiroso es un don innato . Finalmente , queda el interrogante respecto a eso que son las emociones , que representan respuestas primarias comunes en sus formas de expresión facial a todos los seres humanos y que se desencadenan en parte de manera inconsciente y constituyen un canal de comunicación e interacción propio . 


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