Cuanto me quieren mis amos , que me mantienen caliente y tan bien me
alimentan ; se dice a sí mismo el pavo de acción de gracias que describe Daniel Kahneman
en su libro Juicio bajo incertidumbre . Kahneman hace referencia al cisne
negro , que sería ese suceso que rompe todas las presuposiciones ,
que convierte en inválida la generalización y pone en tela de juicio el
ineludible proceso inductivo que erige todo nuestro conocimiento sensible . El
cisne negro es aquello que no debería de pasar pero que a veces pasa . Según
Thomas Kuhn el paradigma imperante de la ciencia se mantiene haciendo ojos
ciegos a ese cisne negro que más a menudo de lo que creemos aparece .
La parábola de la caverna de Platón se cierne como sombra sobre todo
nuestro conocimiento . Si hubiéramos construido sobre esa piedra y no sobre la
que nos dio Aristóteles tal vez nuestro saber no sería tan amplio pero al menos mucho más profundo . Segismundo en su cárcel no clamaría interrogándose por las
razones de su encierro . El protagonista de Memento no necesitaría tatuarse
mensajes en su piel que en su amnesia le sirvieran de directrices en su vida .
Todos nosotros tal vez no correríamos apresurados hacia no se sabe dónde sin
saber quienes o qué somos .
Una vez más el sueño como ejemplo , ese sueño que paradójicamente a pesar de ser “un engaño” a veces nos da las claves para entender la realidad ; ¿Podemos estar seguros de que toda nuestra experiencia no es más que algún tipo de trance del que en cualquier momento podemos despertar ? ¿No seremos como el protagonista de una novela de Phillip K Dick , que se ha hecho una idea de la realidad con una serie de datos incompletos que le han llevado a conclusiones terriblemente equivocadas ? Otra vez la física cuántica ; que nos dice que lo observado no está separado del observador y que en la materia la causalidad y la temporalidad no son tan fáciles de establecer. ¿ No será todo una narrativa que nos contamos a nosotros mismos en la cual hay una historia lineal de los sucesos y unas causas y consecuencias ? ¿No será que hemos puesto el carro antes que los bueyes y no es el espíritu el que emerge de la materia sino el que crea la experiencia de materia ? ¿No será que como seres evolucionados no experimentamos un mundo que transcurre objetivo “ahí fuera” sino que recreamos desde nuestra entidad psíquica los sucesos atemporales e inespaciales a los que sin embargo en nuestra consciencia damos esa congruencia “racional” ?
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