Hay
una bonita película de David Cronenberg –Un método peligroso- que recupera la
historia de la relación de Sabina Spielrein con Jung y Freud . El film es un
versión dulce y romántica de lo sucedido entre estos tres personajes . Es
verdad que jung consiguió recuperar a la joven paciente rusa que llegó a su
sanatorio en muy malas condiciones . La película da por hecho el romance entre
Sabina y Jung , que resultó ser cierto , a pesar de que Jung lo negó durante un
tiempo por temor al escándalo y a la ruptura de su ventajoso matrimonio . Freud
, que recibió la solicitud de ayuda por parte de Sabina actuó hasta la ruptura
con su discípulo como cómplice de este frente a los requerimientos de la
paciente enamorada . La película de Cronenberg apunta oscuramente la actitud un
tanto indigna de estos dos grandes hombres frente a una muchacha enferma y
abusada –por mucho que ella consintiese y amase , en el marco terapéutico no
podemos calificar de otro modo el comportamiento de Jung -. De lo acaecido y
llegado hasta nuestros días podemos extraer la fuerza del psicoanálisis y también
algunas sombras de sus dos principales precursores , que acabaron rompiendo su
relación por motivos de orgullo . Algunos dudan sobre si en este caso curó el
psicoanálisis o curó el amor . Jung curó a Sabina siguiendo las teorías básicas
de la psicoterapia freudiana en cuanto al afloramiento de impulsos sexuales
incestuosos devenidos en perversos , lo que valió que Sabina se acabase
acercando a los postulados más restrictivos y sexuales del psiquiatra vienés .
Aunque quedó de relieve la importancia de la transferencia como factor
disruptor o motivador se pudo comprobar que es el psicoanálisis lo que cura y
mantiene sus efectos beneficiosos a pesar de haberse transcendido las fronteras
médico-paciente ; El psicoanálisis cura por encima de los métodos profilácticos
y las rutinas de prudencia que pretenden mantenerlo en un marco de asepsia y
seguridad . Jung fue humano e incauto ; después defendió sus intereses incluso
por medio de la mentira , y Freud le acompañó en ello . ¿Fue un error que Jung
se acostase con Sabina ?, ¿o en determinadas circunstancias lo más coherente
con el psicoanálisis es concederse los propios impulsos por encima de las
constricciones sociales y terapéuticas ? El tabú en la relación médico-paciente
tiene bien fundados motivos para mantenerse , aunque como regla general puede
ser revisada y sabemos que muchos de nuestros egregios maestros lo
relativizaron dentro de sus consultas . ¿Fue sabina afortunada ? La ayudaron a
curarse y la empujaron a una vida intensa e intelectual . Sin embargo el sabor
que Jung y Freud dejaron en la psiquiatra rusa debió ser agridulce , algo que a
menudo ocurre a quienes tienen que compartir existencia con seres de muy
marcado y principal destino . Sabina tampoco fue un alma cándida y entregada ,
exigió en vez de agradecer ; y si pudo sobreponerse a la traición es porque
ella misma fue capaz de encontrar la rabia en su interior , rabia sometida a
razón y convertida en impulso para vivir .
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